viernes, 28 de febrero de 2014

INFORME SOBRE LAS ACTIVIDADES PARA CELEBRAR EL DÍA DE ANDALUCÍA

El día 25 de febrero bajamos al salón de actos para celebrar el día de Andalucía. En primer lugar, varios niños de 4º B recitaron una poesía de Federico García Lorca "Baladilla de los tres ríos". Después los niños y niñas del taller de aeróbic bailaron zumba y sevillanas. Un niño de 4º C cantó fandangos y al final todos cantamos el himno de Andalucía.
Cuando subimos a la clase como era mi cumpleaños, lo celebré invitando a mis compañer@s a chocolate con churros.
El día 26 las madres del AMPA nos invitaron a un desayuno andaluz: pan con aceite, tomate y bacalao. Es muy sano y típico de nuestra comunidad.
Por último hemos realizado una Presentación de Power Point sobre Andalucía y sus monumentos.
AUTORA: Ángela Troyano

ANDALUCÍA Y ESPERANZA
Hace muchísimo tiempo, en Andalucía reinaba la pobreza y todos los días alguien moría por hambre y otros problemas al estilo de éste.
Un día, una niña nació y la llamaron Esperanza. Esa niña siempre pensaba en lo positivo, por ejemplo: "Que Andalucía saliera de este gran problema".
En el décimo cumpleaños de Esperanza, ella se vistió de blanco (color de la paz) y salió a jugar con sus amigas. De pronto, se escucharon desde esa aldea cañonazos, disparos y las temibles voces de los soldados.
Esperanza se dio cuenta. Ella, asustada, buscó a sus padres pero no los encontró. Pronto llegaron los soldados e ... ¡Intentaron disparar a un bebé!
Esperanza le cubrió, dejando que la bala de una escopeta le diese a ella.
Cuando acabó la batalla, los padres de Esperanza seguían vivos y vieron a su hija sangrar, pero ...  ¡La sangre era verde, del color de la esperanza!
Los papás de la chica, fundaron una nueva Andalucía sin pobreza y la bandera era un recuerdo de la sangre y los ropajes de la niña.
AUTORA: Gema Roque Cobo

martes, 25 de febrero de 2014

MÁS CUENTOS

Basándonos en este conocidísimo cuento, el alumnado ha escrito su propia versión del mismo.

 LA AVENTURA DE UNA GALLINA
Un campesino tenía una gallina que ponía un huevo de oro al día. Al campesino no le bastó, así que llamó a la gallina:
-Ven, gallinita bonita, que te voy a dar una sorpresa.
La gallina estaba detrás y cuando vio el hacha, del susto que se llevó, puso otro huevo de oro y se fue diciendo:
-¡Coooocoooo!
Se llevó los dos huevos en las alas y se fue de la granja con el gallo Pepe para criar una familia.
Al cabo de dos días los dos animales llegaron a una granja abandonada. De repente, los dos huevos se abrieron y salieron dos polluelos. Hicieron su nido y los cuatro animales formaron su hogar.
¡Y por casualidad todos eran blancos y con el pico naranja!.
AUTORA: Natalia Bautista

EL CAMPESINO AFORTUNADO
En años anteriores, un campesino llamado William fue a una granja para que su amigo le regalase una gallina blanca. William se la llevó a su casa y la cuidó tanto, hasta que la gallina quiso poner dos huevos para freirlos con patatas para almorzar.
Un día de sol, el campesino quiso ponerle de nombre a la gallina "Coral". La llamó así porque tenía algunas mechillas rosas y el pico naranja.
-Bueno, Coral, como ya es de noche te voy a poner esta mantita que te hice ayer por la tarde y a dormir.
La manta era de los mismos colores que la gallina: roja, naranja, rosa y blanca.
A la mañana siguiente, la gallina no estaba y el hombre empezó a buscarla:
-¡Coral!, ¿Dónde estás?.
Cuando William miró debajo de la mantita con que la tapó, encontró diez huevos de oro que eso equivale a 10.000.000 de dólares y muchos billetes.
-¡¡¡Soy rico!!!
Entonces en su mente pensó un mensaje diciéndole a la gallina:
-Muchísimas gracias, Coral.
Desde ese día no se supo más de la gallina y el campesino fue el hombre más rico y afortunado de su pueblo.
AUTORA: Nerea Rus

LA GALLINA Y EL GRANJERO
Érase una vez una gallina llamada Carolina que vivía con un granjero generoso, amable y pacífico.
El hombre siempre iba vestido con un sombrero de paja, unos guantes y un mono vaquero.
Cuando fue a recoger los huevos de su gallina, el granjero vio que había puesto  ¡Huevos de oro! Y... la gallina empezó a hablar y dijo:
-Hola, soy la gallina Carolina.
-Yyyy  yoooo Pepe. ¿Cómo puedes hablaaar?
-Es que soy mágica.
-¡Ah, vale!
El granjero sorprendido cogió los huevos y le dijo que si era mágica podría hacer más y la gallina le dijo que sí.
El granjero oyó unas voces en su cabeza diciendo:
-Peeeeepe, ven.
Al rato estaba sentado en un sillón y no sabía si era una aventura o un sueño pero se lo contó a su mujer. Él decía que la gallina tenía un sombrero de estrellas y una chaqueta. Y como estaba muy cansado se fue a dormir un rato.
AUTORA: Laura Martínez

LA GALLINA DEL GRANJERO TOM
Tom era un granjero que tenía que hacerlo todo solo porque su esposa estaba con muchísima fiebre.
Vivía en una gran casa de campo con el tejado de color fucsia y unas ventanas azules como el cielo.
Un día vio una gallina muy extraña.
-Coooo, cooooooo...
-Eres una gallina....pla, pla, ¡Plateada!
-Coooo, coooooo...
-Ven bonita, que te voy a cuidar.
El granjero cuidó a la gallina durante mucho tiempo y como era una buena persona, tuvo que vender la gallina a un pobre.
Con el dinero que ganó pudo llevar a su mujer a un hospital para curarle la fiebre.
¡Todo gracias a la gallina plateada!.
AUTORA: Eva Valdearcos

LA GALLINA DE ORO
Había una vez un hombre que vivía con su mujer y una gallina. La gallina tenía un cresta brillante y el pico dorado.
Un día, puso un huevo de oro y cuando fue la mujer a coger los huevos y a echarle de comer ¡¡¡Vio el huevo de oro!!!
-Cariño, cariño, ven, corre.
-Voy, voy.
El hombre se quedó en estado de paralización.
-Cariño, cariño ¿Estás bien?
-Sí, sí estoy bien, es que... ¡Nos vamos a hacer ricos!
La gallina puso muchos huevos de oro y el hombre ya estaba harto de ser tan rico.
Fue repartiendo huevos y se lo iba agradeciendo todo el mundo.
AUTORA: Isabel Mª Romero

LA GALLINA Y EL CAMPESINO
Una gallina tenía un nido donde todos los días ponía un huevo de oro. La gallina era de color blanco, el pico naranja y la cresta de color rojo. Cuando el campesino vio que había puesto un huevo de oro llamó a su esposa y le dijo:
-Mira, la gallina ha puesto un huevo de oro.
-Bueno, mátala a ver si tiene más huevos de oro.
Entonces la gallina se fue gritando:
-Cooo, coo, coo.
El campesino, cuando la cogió, la vendió y fue rico para siempre.
AUTOR: Antonio Medina




sábado, 22 de febrero de 2014

CUENTOS CON DESCRIPCIÓN Y DIÁLOGO

Ahora nos toca trabajar una parte de la expresión escrita más completa. Se trata de hacer cuentos en los que se incluye además de la narración, la descripción y el diálogo. 
Iremos publicando varios cuentos de cada título que se proponga. Allá van los primeros.
El tema es: Te regalan unas botas de piel de canguro con las que empiezas a saltar.

EL DÍA EN QUE TODOS SALTABAN
Ya hace tiempo, en  mi santo, me regalaron una botas de piel de canguro. Eran muy oscuras, tenían la suela dura y eran suaves. Me las puse y ¡No paraba de saltar!. Yo le dije a mi madre:
-¡Quítame estas botas!
-Si no te gustan, dímelo.
-Sí me gustan, pero...
-Entonces no te las quito.
Salí a la calle para hablar con mis amigos. Ellos decían que eran muy molonas. Por la noche me fui a mi casa y me las intenté quitar.
-¡Mamá, no puedo quitármelas!
-Ya voy.
Mi madre me las quiso quitar y me dijo muy enfadada:
-¡Para ya de saltar!.
-No puedo.
Entonces cogió los alicates y me las intentó quitar, pero no pudo.
-¡Pues vas a dormir con las botas!
A la mañana siguiente me fui al colegio y veo que en las tiendas ¡Tienen las mismas botas!
Las personas empezaron a comprarlas y todo el mundo saltaba.
Al final a nuestro pueblo lo llamaron "CANGULANDIA".
AUTORA: Marta Molina

LAS BOTAS DE CANGURO AZUL
Un día de mi cumpleaños, mi tita me regaló unas botas. Las botas eran marrones y blancas, también eran mágicas y de piel de canguro.
-¡Toma, cariño! Tu regalo.
-¡Gracias! Gracias, tía.
Por la mañana me puse las botas y ... De repente empecé a saltar como un canguro. ¡¡¡Y no podía quitarme las botas!!! Entonces me crecieron las orejas, me salió una cola y un hocico y decía:
-Ruüüüiii, üüi, Ruüüiii, uüi, sff, sff.
Me transformé en un precioso canguro azul, con unas patas fuertes y unos ojos brillantes.
-¡Qué narices me ha pasado!
Y empecé a llorar.
Unos científicos me dijeron:
-Tranquilo, Esta magia es temporal.
Después de diez minutos volví a mi forma original.
AUTOR: Diego Ortega

LAS BOTAS
Hace un año, un domingo por la mañana, mi madre me regaló unas botas de piel de canguro. Eran de color marrón con manchas negras y muy altas. A mí, por supuesto, no me gustaban, pero pasó algo que me llamó mucho la atención. Cuando me las puse empecé a saltar como un loco y le dije a mi madre:
-¡Mamaaaaaá!
-¿Qué quieres?
-¿Me puedes decir por qué salto tanto?
-No lo sé, cariño mío.
Me fui saltando de coche en coche por todas las calles. Así que, cuando paré de saltar, se me ocurrió ir al laboratorio del doctor Circunferencia para que él me quitara las botas.
En cuanto llegué a su laboratorio le expliqué todo y él me dijo que llegaba en un buen momento.
Me explicó que había inventado un robot llamado Robni, que puede hacer todo lo que se le pida. Entonces, Robni me quitó las botas con un destornillador y una palanca. Yo me alegré mucho y me fui a mi casa para contar esto en un cuaderno y al día siguiente enseñárselo a la maestra.
¡Fue un día inolvidable y épico!
AUTOR: Antonio Roque

MIS BOTAS SALTARINAS
Un día muy soleado de marzo, mi papá me regaló unas botas de piel de canguro. Eran marrones con broches dorados, muy suaves.
-¡Muchas gracias, papá!
-De nada, hija.
En un santiamén, me las puse y fui con mis amigas y  mi prima a un parque cercano a la casa de mi abuela.
Mi prima Marta quería tocar las botas y yo accedí. Antes de que pudiera hacerlo, di un salto enorme, pues llegué hasta un segundo piso de una gran casa.
-¡¿Cómo has hecho eso?!- dijo Marta.
-No lo sé, habrán sido las botas- dije yo.
Inmediatamente me las intenté quitar, pero era imposible. En este instante me preocupé mucho, pues no quería ser una niña canguro.
Poniendo pies en polvorosa, fuimos a casa de mi abuela. Allí me echó mantequilla en los pies, con ayuda de mi prima, y tirando de las botas con todas nuestras fuerzas... ¡Me quité las botas!
-¡¡¡Qué bien!!!- dije.
-¡¡¡Yupiii!!!- gritó mi abuela.
Después de eso, me lavé los pies.
Unos días más tarde, fuimos al zoo. Con ayuda de una cuidadora le puse las botas a un canguro.
Esta experiencia no la olvidaré jamás.
AUTORA: Gema Roque

LAS BOTAS MÁGICAS
Un día, cuando me levanté, me regalaron unas botas de piel de canguro. Eran marrones, medianas y saltaban muy alto. Las botas me las regaló una bruja. Por eso estaban embrujadas.
-¡Mami, socorro!- dije
Cuando pasaron unos días saltaban el doble.
Luego llamé a la bruja y le dije:
-¡Quítame las botas!
Hizo un hechizo la bruja y las botas se convirtieron en unas botas de leopardo. Eran marrones y grandes. Yo corría mucho con ellas.
AUTOR: Juan Manuel Durillo


VISITA A LA ALMAZARA "SAN JOSÉ"


El día 19 de febrero hemos salido del colegio a las 9:15 de la mañana para visitar la fábrica de "Aceites Baécula". Hemos pasado por el Paseo de las Palmeras, la Estación de autobuses... Antes de llegar hemos cruzado por la carretera con la ayuda de la Policía Municipal, que gracias a ellos hemos llegado a la almazara tranquilamente.
Al llegar allí, hemos visto un patio donde los vehículos descargan las aceitunas en unos agujeros grandes que se encuentran en el suelo denominados tolvas.
Después la aceituna al ser descargada, pasa a la sala de molturación, donde se limpia y se tritura formando una masa untuosa. Esta masa es prensada hasta que desprende el aceite y los residuos.
A continuación el aceite obtenido llega a la sala de decantación para que suelte el agua. Allí se clasifican los distintos tipos de aceites. Estos aceites pueden ser: Aceite Virgen Extra, Aceite Virgen, Aceite Refinado, Aceite de Orujo, etc.Más tarde pasa a la bodega que tiene unos depósitos muy grandes donde se guarda el aceite obtenido.
Después pasa a la sala de envasado donde se envasa en distintos recipientes de varios tamaños. Luego lo llevan al almacén que es donde lo conservan para su venta.
Por último desayunamos en una sala pan con aceite y un zumo. También nos regalaron una botellita de 20 ml de aceite de oliva virgen extra.
Volvimos al colegio a las 12 y cuarto y empezamos a hacer nuestro trabajo.
¡Me ha gustado mucho haber ido a la fábrica porque he visto como la aceituna pasa a ser aceite!.
AUTORA: Amalia Criado Merino