martes, 25 de febrero de 2014

MÁS CUENTOS

Basándonos en este conocidísimo cuento, el alumnado ha escrito su propia versión del mismo.

 LA AVENTURA DE UNA GALLINA
Un campesino tenía una gallina que ponía un huevo de oro al día. Al campesino no le bastó, así que llamó a la gallina:
-Ven, gallinita bonita, que te voy a dar una sorpresa.
La gallina estaba detrás y cuando vio el hacha, del susto que se llevó, puso otro huevo de oro y se fue diciendo:
-¡Coooocoooo!
Se llevó los dos huevos en las alas y se fue de la granja con el gallo Pepe para criar una familia.
Al cabo de dos días los dos animales llegaron a una granja abandonada. De repente, los dos huevos se abrieron y salieron dos polluelos. Hicieron su nido y los cuatro animales formaron su hogar.
¡Y por casualidad todos eran blancos y con el pico naranja!.
AUTORA: Natalia Bautista

EL CAMPESINO AFORTUNADO
En años anteriores, un campesino llamado William fue a una granja para que su amigo le regalase una gallina blanca. William se la llevó a su casa y la cuidó tanto, hasta que la gallina quiso poner dos huevos para freirlos con patatas para almorzar.
Un día de sol, el campesino quiso ponerle de nombre a la gallina "Coral". La llamó así porque tenía algunas mechillas rosas y el pico naranja.
-Bueno, Coral, como ya es de noche te voy a poner esta mantita que te hice ayer por la tarde y a dormir.
La manta era de los mismos colores que la gallina: roja, naranja, rosa y blanca.
A la mañana siguiente, la gallina no estaba y el hombre empezó a buscarla:
-¡Coral!, ¿Dónde estás?.
Cuando William miró debajo de la mantita con que la tapó, encontró diez huevos de oro que eso equivale a 10.000.000 de dólares y muchos billetes.
-¡¡¡Soy rico!!!
Entonces en su mente pensó un mensaje diciéndole a la gallina:
-Muchísimas gracias, Coral.
Desde ese día no se supo más de la gallina y el campesino fue el hombre más rico y afortunado de su pueblo.
AUTORA: Nerea Rus

LA GALLINA Y EL GRANJERO
Érase una vez una gallina llamada Carolina que vivía con un granjero generoso, amable y pacífico.
El hombre siempre iba vestido con un sombrero de paja, unos guantes y un mono vaquero.
Cuando fue a recoger los huevos de su gallina, el granjero vio que había puesto  ¡Huevos de oro! Y... la gallina empezó a hablar y dijo:
-Hola, soy la gallina Carolina.
-Yyyy  yoooo Pepe. ¿Cómo puedes hablaaar?
-Es que soy mágica.
-¡Ah, vale!
El granjero sorprendido cogió los huevos y le dijo que si era mágica podría hacer más y la gallina le dijo que sí.
El granjero oyó unas voces en su cabeza diciendo:
-Peeeeepe, ven.
Al rato estaba sentado en un sillón y no sabía si era una aventura o un sueño pero se lo contó a su mujer. Él decía que la gallina tenía un sombrero de estrellas y una chaqueta. Y como estaba muy cansado se fue a dormir un rato.
AUTORA: Laura Martínez

LA GALLINA DEL GRANJERO TOM
Tom era un granjero que tenía que hacerlo todo solo porque su esposa estaba con muchísima fiebre.
Vivía en una gran casa de campo con el tejado de color fucsia y unas ventanas azules como el cielo.
Un día vio una gallina muy extraña.
-Coooo, cooooooo...
-Eres una gallina....pla, pla, ¡Plateada!
-Coooo, coooooo...
-Ven bonita, que te voy a cuidar.
El granjero cuidó a la gallina durante mucho tiempo y como era una buena persona, tuvo que vender la gallina a un pobre.
Con el dinero que ganó pudo llevar a su mujer a un hospital para curarle la fiebre.
¡Todo gracias a la gallina plateada!.
AUTORA: Eva Valdearcos

LA GALLINA DE ORO
Había una vez un hombre que vivía con su mujer y una gallina. La gallina tenía un cresta brillante y el pico dorado.
Un día, puso un huevo de oro y cuando fue la mujer a coger los huevos y a echarle de comer ¡¡¡Vio el huevo de oro!!!
-Cariño, cariño, ven, corre.
-Voy, voy.
El hombre se quedó en estado de paralización.
-Cariño, cariño ¿Estás bien?
-Sí, sí estoy bien, es que... ¡Nos vamos a hacer ricos!
La gallina puso muchos huevos de oro y el hombre ya estaba harto de ser tan rico.
Fue repartiendo huevos y se lo iba agradeciendo todo el mundo.
AUTORA: Isabel Mª Romero

LA GALLINA Y EL CAMPESINO
Una gallina tenía un nido donde todos los días ponía un huevo de oro. La gallina era de color blanco, el pico naranja y la cresta de color rojo. Cuando el campesino vio que había puesto un huevo de oro llamó a su esposa y le dijo:
-Mira, la gallina ha puesto un huevo de oro.
-Bueno, mátala a ver si tiene más huevos de oro.
Entonces la gallina se fue gritando:
-Cooo, coo, coo.
El campesino, cuando la cogió, la vendió y fue rico para siempre.
AUTOR: Antonio Medina




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