sábado, 22 de febrero de 2014

CUENTOS CON DESCRIPCIÓN Y DIÁLOGO

Ahora nos toca trabajar una parte de la expresión escrita más completa. Se trata de hacer cuentos en los que se incluye además de la narración, la descripción y el diálogo. 
Iremos publicando varios cuentos de cada título que se proponga. Allá van los primeros.
El tema es: Te regalan unas botas de piel de canguro con las que empiezas a saltar.

EL DÍA EN QUE TODOS SALTABAN
Ya hace tiempo, en  mi santo, me regalaron una botas de piel de canguro. Eran muy oscuras, tenían la suela dura y eran suaves. Me las puse y ¡No paraba de saltar!. Yo le dije a mi madre:
-¡Quítame estas botas!
-Si no te gustan, dímelo.
-Sí me gustan, pero...
-Entonces no te las quito.
Salí a la calle para hablar con mis amigos. Ellos decían que eran muy molonas. Por la noche me fui a mi casa y me las intenté quitar.
-¡Mamá, no puedo quitármelas!
-Ya voy.
Mi madre me las quiso quitar y me dijo muy enfadada:
-¡Para ya de saltar!.
-No puedo.
Entonces cogió los alicates y me las intentó quitar, pero no pudo.
-¡Pues vas a dormir con las botas!
A la mañana siguiente me fui al colegio y veo que en las tiendas ¡Tienen las mismas botas!
Las personas empezaron a comprarlas y todo el mundo saltaba.
Al final a nuestro pueblo lo llamaron "CANGULANDIA".
AUTORA: Marta Molina

LAS BOTAS DE CANGURO AZUL
Un día de mi cumpleaños, mi tita me regaló unas botas. Las botas eran marrones y blancas, también eran mágicas y de piel de canguro.
-¡Toma, cariño! Tu regalo.
-¡Gracias! Gracias, tía.
Por la mañana me puse las botas y ... De repente empecé a saltar como un canguro. ¡¡¡Y no podía quitarme las botas!!! Entonces me crecieron las orejas, me salió una cola y un hocico y decía:
-Ruüüüiii, üüi, Ruüüiii, uüi, sff, sff.
Me transformé en un precioso canguro azul, con unas patas fuertes y unos ojos brillantes.
-¡Qué narices me ha pasado!
Y empecé a llorar.
Unos científicos me dijeron:
-Tranquilo, Esta magia es temporal.
Después de diez minutos volví a mi forma original.
AUTOR: Diego Ortega

LAS BOTAS
Hace un año, un domingo por la mañana, mi madre me regaló unas botas de piel de canguro. Eran de color marrón con manchas negras y muy altas. A mí, por supuesto, no me gustaban, pero pasó algo que me llamó mucho la atención. Cuando me las puse empecé a saltar como un loco y le dije a mi madre:
-¡Mamaaaaaá!
-¿Qué quieres?
-¿Me puedes decir por qué salto tanto?
-No lo sé, cariño mío.
Me fui saltando de coche en coche por todas las calles. Así que, cuando paré de saltar, se me ocurrió ir al laboratorio del doctor Circunferencia para que él me quitara las botas.
En cuanto llegué a su laboratorio le expliqué todo y él me dijo que llegaba en un buen momento.
Me explicó que había inventado un robot llamado Robni, que puede hacer todo lo que se le pida. Entonces, Robni me quitó las botas con un destornillador y una palanca. Yo me alegré mucho y me fui a mi casa para contar esto en un cuaderno y al día siguiente enseñárselo a la maestra.
¡Fue un día inolvidable y épico!
AUTOR: Antonio Roque

MIS BOTAS SALTARINAS
Un día muy soleado de marzo, mi papá me regaló unas botas de piel de canguro. Eran marrones con broches dorados, muy suaves.
-¡Muchas gracias, papá!
-De nada, hija.
En un santiamén, me las puse y fui con mis amigas y  mi prima a un parque cercano a la casa de mi abuela.
Mi prima Marta quería tocar las botas y yo accedí. Antes de que pudiera hacerlo, di un salto enorme, pues llegué hasta un segundo piso de una gran casa.
-¡¿Cómo has hecho eso?!- dijo Marta.
-No lo sé, habrán sido las botas- dije yo.
Inmediatamente me las intenté quitar, pero era imposible. En este instante me preocupé mucho, pues no quería ser una niña canguro.
Poniendo pies en polvorosa, fuimos a casa de mi abuela. Allí me echó mantequilla en los pies, con ayuda de mi prima, y tirando de las botas con todas nuestras fuerzas... ¡Me quité las botas!
-¡¡¡Qué bien!!!- dije.
-¡¡¡Yupiii!!!- gritó mi abuela.
Después de eso, me lavé los pies.
Unos días más tarde, fuimos al zoo. Con ayuda de una cuidadora le puse las botas a un canguro.
Esta experiencia no la olvidaré jamás.
AUTORA: Gema Roque

LAS BOTAS MÁGICAS
Un día, cuando me levanté, me regalaron unas botas de piel de canguro. Eran marrones, medianas y saltaban muy alto. Las botas me las regaló una bruja. Por eso estaban embrujadas.
-¡Mami, socorro!- dije
Cuando pasaron unos días saltaban el doble.
Luego llamé a la bruja y le dije:
-¡Quítame las botas!
Hizo un hechizo la bruja y las botas se convirtieron en unas botas de leopardo. Eran marrones y grandes. Yo corría mucho con ellas.
AUTOR: Juan Manuel Durillo


No hay comentarios: