Sólo voy a contaros una anécdota del año pasado. El día de Navidad me acosté muy temprano, pero también me levanté muy pronto. Entonces, vi a un Papá Noel grande con barbas blancas, muy guapo. Primero pensaba que era un muñeco, pero era de verdad y nos estaba dejando los regalos.Él se comió todo lo que pusimos al lado de la bota. Bueno, nos hicimos muy amigos y yo le dije:
-Papá Noel, ¿Puedo ir contigo a repartir los regalos?.
-Sí, vente conmigo de ayudante y terminaremos más pronto, pero la noche será muy larga.
-Bueno, vamos que el trineo nos espera.
Al ver el trineo con los renos, me quedé sorprendida.
Cuando llegamos al país del tercer mundo, quería repartir los regalos sola porque me daba lástima de esos niños y les dejé más regalos de la cuenta. Ese era el último país, entonces Papá Noel me llevó a casa y me despedí triste después de haber compartido esa noche muchos momentos felices.
Cuando me bajé del trineo, le tiré un beso a Papá Noel y me metí en mi casa. Me acosté en mi cama y todo lo que había pasado fue como un sueño hecho realidad.
AUTORA: Mercedes Padilla Peinado 4º A
AUTORA: Mercedes Padilla Peinado 4º A
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