Un día tuvimos una visita en clase. Cuando vimos el esqueleto nos pusimos muy contentos. ¡Qué guay!. Se llama Casimiro.
A nosotros nos gusta mucho y la seño nos deja tocarlo sólo cuando nos pregunta la lección de los huesos.
Todos los niños y niñas le contaron a sus madres que teníamos un esqueleto en clase pero no se lo creyeron.
Un día se llevaron a Casimiro a 3º B y nos dio mucha pena, pero ellos también tenían que aprender los huesos.
Otro día volvieron a traerlo porque teníamos que repasar pero luego se lo llevaron y no lo hemos vuelto a ver. ¡Adiós Casimiro!
AUTORA: María Molina Fernández 3º C
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