En diciembre una niña llamada Ángela hizo un muñeco de nieve en su jardín que estaba cubierto de nieve. Al día siguiente Ángela se acercó a verlo y de repente el muñeco abrió los ojos y habló. Pero ella no se asustó y se lo dijo a su madre y a su padre. Ellos fueron a verlo y él habló de nuevo.
Sus padres le dieron la razón.
Cuando llegó el verano, el muñeco se iba derritiendo cada vez más y más. Lo llevaron a un lugar repleto de nieve. El muñeco les dijo adiós.
Así termina este bonito cuento navideño.
AUTORA: Ángela Aguado Soriano 3º A
Sus padres le dieron la razón.
Cuando llegó el verano, el muñeco se iba derritiendo cada vez más y más. Lo llevaron a un lugar repleto de nieve. El muñeco les dijo adiós.
Así termina este bonito cuento navideño.
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