Érase una vez un niño que era muy glotón. Se llamaba Juan. Un día fue al colegio y cuando llegó, los niños se reían de él por que estaba muy gordo. Cuando terminó la escuela Juan se fue a su casa corriendo porque tenía mucha vergüenza. Le dijo a su madre que quería ser más delgado. Su madre le dijo que si quería ser más delgado que no comiera tanto.
El niño dejó de comer tanto y comió frutas. Al día siguiente cuando entró por la puerta de la clase, los niños lo vieron y no se metieron con él. Entonces el niño se acostumbró a las frutas y siempre comía frutas.
El niño dejó de comer tanto y comió frutas. Al día siguiente cuando entró por la puerta de la clase, los niños lo vieron y no se metieron con él. Entonces el niño se acostumbró a las frutas y siempre comía frutas.
AUTOR: Pilar Izquierdo Gómez (4º A)
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